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lunes, 15 de diciembre de 2008

La pala entierra la historia de Moaña



Reportaje Petroglifo de Devesa do ReiEl grabado rupestre, trasladado en trozos de su ubicación original porque afectaba a la vía rápida, desapareció días atrás bajo un manto de tierra
El de Gondarán, muy dañado, está en la Granxa da Rúa

J. Santos
Localidad:
moaña

Los petroglifos, como las playas, son tan numerosos en la comarca de O Morrazo que pocas personas los hechan de menos si desaparecen de pronto del paisaje.
La playa moañesa de A Xunqueira era tan extensa que a finales de los años setenta del siglo pasado se cubrió buena parte de ella con la tierra que sobraba de la autopista. Costas, ahora, va a gastarse nada menos que tres millones de euros en tartar de recuperarla. La playa del centro urbano de Cangas desapareció a finales de los ochenta. Ahora, sobre ella, hay una alameda.
Otro tanto pasa con los yacimientos arqueológicos, las huellas que dejaron nuestros ancestros a su paso por la comarca.
El último ejemplo es el petroglifo de Devesa do rei, en Meira, un grabado rupestre del Bronce final, hace aproximadamente tres mil años, que perduró hasta hace poco sobre una roca por la que el destino quiso que pasase la vía rápida, al igual que el grabado de O Vieiro, separado unos cientos de metros del de A Devesa; y el de Gondarán en el municipio de Cangas.
El petroglifo tuvo que ser trasladado. La operación se hizo a base de martillo compresor. La roca, y con ella el grabado, se rompió en pedazos. Fue necesario pegarla antes de buscarle una nueva ubicación.
Los restos de la mole de piedra, soldados, se colocaron finalmente en las próximidades de la rotonda de acceso a la vía rápida, próximos a una fuente. Ni se señalizaron ni se intentó realzar su presencia. Es bien cierto que los arqueólogos en general non son nada partidarios de señalizar los yacimientos si no hay sobre ellos un plan de protección y puesta en valor. Temen, y cuentan con argumentos contratastados para ello, que cualquier gamberro los dañe o que algún aficionado de pocos escrúpulos se lleve piezas para su casa.
El caso es que el petroglifo de Devesa do rei desapareció bajo un manto de tierra. Todo parece indicar que los palistas no vieron más que una roca medio rota en pedazos cuando empezaron a verter el árido que sacaron de uno de los taludes próximos que se derrumbó a consecuencia de las riadas.
Un par de vecinos del municipio informaron al Concello y a Patrimonio de lo sucedido.

Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2007/02/03/5514561.shtml

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