Vistas de página en total

lunes, 15 de diciembre de 2008

Tres iglesias de Triacastela aguardan a que restauren sus pinturas del siglo XVI




Dolores Cela
Localidad:
triacastela
IGLESIA DE SANTALLA. Las pinturas representan la última tentación de Cristo. El cartel que anuncia la restauración lleva diez años colocado, pero en ese tiempo nada se ha hecho SAN SALVADOR. El retablo barroco de las ánimas es de los pocos que existen en Galicia
CANCELO.
El mural recrea la última cena y los cuatro evangelistas con sus respectivos animales
?as pinturas murales de las iglesias de tres parroquias del concello de Triacastela, las de Santalla, Cancelo y San Salvador, situadas la más distante a menos de cinco kilómetros del Camino Francés, están acusando el deterioro por la humedad y el paso de los años. Las de la parroquia de Cancelo, que podrían datar de la segunda mitad del siglo XVI, llevan pendientes de restauración más de 20 años, según asegura el párroco, Emilio Coedo, quien mantiene que está cansado de reclamar a Cultura que adopte una solución, ya que las figuras de los apóstoles, con los distintos animales que los representan y la imagen de la Última Cena, están desapareciendo.
Según Coedo la iglesia de Cancelo, tiene también un retablo barroco con la imagen de Santa Lucía, que está siendo pasto de las termitas. Por este templo pasaron profesores universitarios especialistas en arte religioso que se quedaron sorprendidos por la singularidad de los murales y por su valor, reconocimiento del que Patrimonio no ha dado muestras en las últimas décadas. El párroco asegura que la disculpa para no acometer la restauración es siempre la misma: la falta de disponibilidad económica.
Falta de medios
La carencia de medios que alega Cultura no se aprecia en otras iglesias, como las de San Cristobo do Real y de San Martiño, ambas en el municipio de Samos, que están situadas en pleno Camiño de Santiago, pero en las que no existen pinturas murales como las de los tres templos de Triacastela.
Las pinturas de Santalla, que por su similitud con las de Cancelo podrían ser, no sólo de la misma época, sino también del mismo autor, fueron descubiertas a raíz de unos arreglos que realizó Cultura en el templo, en el año 1999, coincidiendo con en Año Xacobeo.
Cuando los restauradores levantaron la capa de cal sobre la que había pintado otro mural se encontraron con la figura de un demonio, con la bola del mundo en la mano, que representa la última tentación de Jesucristo. En los últimos diez años los técnicos de Cultura no volvieron por el templo, eso sí, antes de irse colocaron un cartel de «pinturas en restauración» y dejaron instrucciones al párroco y a los vecinos para que no tocaran la iglesia.
Virgen Abrideira
En la iglesia de San Salvador, debajo de la capa de cal que cubre el ábside y las paredes se adivina la existencia de pinturas murales. Su estado se desconoce porque no se han destapado, sin embargo, a juzgar por la humedad que se acumula en un suelo en el que se forman charcos cada vez que se produce un cambio de tiempo, no debe de ser muy bueno.
Esta iglesia, a la que pertenece la Virgen Abrideira que formó parte, como pieza única de la exposición Galicia no Tempo, cuenta también con un retablo de ánimas barroco, de los que se conservan muy pocos y que también necesitaría restauración.
La talla de la Virgen, que por su gran valor no se guarda en el templo, es única en España y sólo se conserva parecida en Allariz, aunque de menor valor, porque no dispone de la Santísima Trinidad completa.
Las tres iglesias que datan de la segunda mitad del año 1535 podrían constituir un atractivo cultural una restauradas, si es que los expertos llegan a tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario